En 1860, Isaac Arbeláez comenzó a fabricar guitarras, tiples y bandolas. Era apenas un adolescente cuando un ebanista español que llegó al pueblo de San Vicente, Antioquia, con el encargo de realizar los trabajos de carpintería de la iglesia, le enseñó el oficio, o mejor aún, el arte de construir instrumentos musicales. A sus ojos, la madera dejó de ser simplemente leña para el fogón …